Aumentan los casos de maltrato a mayores en hogares y residencias. Ciudad Real (España)

2016

Febrero, 2016.

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Cada vez es mayor el porcentaje de ancianos que sufren maltrato, bien en el entorno familiar o en centros residenciales.

El 35% de los casos de maltrato son detectados por los servicios sociales y un 8,5% en los servicios de Urgencias de los hospitales. Así lo explica la psicóloga ciudarrealeña y vocal en Ciudad Real de la Junta de Gobierno del Colegio Oficial de Psicólogos de Castilla-La Mancha, Margarita Velascoín, que reconoce la dificultad de detectar el maltrato en ancianos ya que no lo denuncian y las secuelas psíquicas son mu difíciles de descubrir.

El maltrato al anciano se define como “cualquier acto u omisión que produzca daño, intencionado o no, practicado sobre personas de 65 años o más, que ocurra en el medio familiar, comunitario o institucional, que vulnere o ponga en peligro la integridad física, psíquica, así como el principio de autonomía o el resto de los derechos fundamentales del individuo, contable objetivamente o percibido subjetivamente”.

El perfil de la persona mayor maltratada suele coincidir en el 80% de los casos con mujeres, de edad avanzada, que sufre un deficiente estado de salud, incontinencia, deterioro cognitivo y alteraciones de conducta, dependencia física y emocional del cuidador, aislamiento social, y antecedentes de maltrato.

Las situaciones de especial vulnerabilidad pasan por compartir vivienda, que se den malas relaciones entre la víctima y el agresor, la falta de apoyo familiar, social y financiero y la dependencia económica o de vivienda del anciano.

“La mayoría de los maltratos tienen lugar en el contexto familiar y están asociados a la necesidad de asistencia para las actividades cotidianas”, explica Velascoín al tiempo que indica que el maltrato institucional se suele dar por ser personal poco preparado o formado, con salarios bajos y sobrecarga de trabajo, estructura física de la institución no adaptada a la gente mayor, falta de recursos, normas de funcionamiento inadecuadas o incluso falta de controles por supervisores.

Alertas

Los principales signos de alerta ante un caso de maltrato en mayores son el retraso en solicitar la asistencia, la reiterada asistencia a los servicios de urgencia hospitalarios, la administración involuntaria de medicamentos, la falta de respuesta a los tratamientos, la mala evolución de las lesiones con la consecuente apariencia de úlceras, también se suele dar desnutrición sin motivo aparente, deshidratación o caídas reiteradas.

Junto a estos indicios de carácter físico, otras de las pistas que desvelan el maltrato en mayores  son los cambios de actitud que registra la persona, las explicaciones poco coherentes ante el médico, miedos, inquietud o pasividad, estados de ánimo depresivo o incluso muestras de negatividad a quedarse solo con el cuidador.A este respecto la vocal del Colegio de Psicólogos asegura que son más los casos de maltrato psicológico que el físico, si bien es cierto que el primero es mucho más difícil de detectar.

En la misma línea Velascoín asegura que el médico de cabecera es el “vigía” de estos mayores ya que “suelen tener mucha confianza con él, y le confiesan todas sus vivencias y estado”.

Perfil del maltratador

El perfil de la persona agresora es, en el 50% de los casos, el cuidador principal. Según explica la psicóloga Margarita Velascoín los casos de maltrato son consecuencia del estrés provocado por las responsabilidades que pueda tener la persona que cuida del anciano.

Entre los cuidadores, un 85% forma parte del entorno familiar.En un 60% de los casos son los hijos, y en un 25% de los casos es el cónyuge.También se puede concluir que en un 37% de los casos el agresor o agresora  es mayor de 65 años. Se estima que un 60% de los agresores son hombres. Velascoín advierte de que muchos de los agresores describen trastornos psicopatológicos, ansiedad o están en tratamiento.

“Se ven en la obligación de cuidar a los padres o suegros, bien porque viven cerca o incluso con ellos y eso les desborda”, dice.

“El cuidador se ve incapaz de auxiliar al anciano, pero se ve con la responsabilidad de hacerlo y si el deterioro es cada vez mayor, no pueden cuidarlo y no quieren pedir ayuda por vergüenza por lo que “llegan a mal cuidarlo”.

Fuente: http://www.lanzadigital.com/news/show/sociedad/aumentan-los-casos-de-maltrato-a-mayores-en-hogares-y-residencias/93740

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