
Coordinadora de Profesionales por la Prevención de Abusos (2025, Octubre 24). Violencia vicaria ejercida a través del maltrato a los animales: ejemplos de casos publicados en la prensa en España [Anexo a Aportaciones al Anteproyecto de Ley Orgánica de medidas en materia de violencia vicaria]. CoPPA VdG-VV/MA Prensa D. ESP. 10/2025.
https://www.coppaprevencion.org/files/CoPPA_VVicaria_CasosPrensa_231025.pdf
El presente documento recoge una recopilación de noticias aparecidas en prensa en España, entre los años 2010 y 2025, donde se relatan ejemplos de casos en los que se pone de manifiesto que la instrumentalización de malos tratos a animales con el fin de controlar, intimidar, castigar y hacer sufrir a la mujer es una problemática extendida en España y una forma de violencia de género.
Los casos recogidos se presentan ordenados por año de aparición en la prensa en España. A efectos de este documento, la violencia de género se refiere a experiencias de abuso psicológico, físico, sexual coercitivo y económico de las mujeres por parte de la pareja (actual o anterior). Respecto al concepto de maltrato animal y malos tratos contra los animales, a los efectos del presente documento se entiende por tal: todo comportamiento o actos no accidentales de abuso físico, emocional, sexual, negligencia y amenazas de hacer daño, matar o deshacerse de los animales, perpetrados por la pareja agresora.
Los términos se utilizan aquí independientemente del alcance e implicaciones legales de las diversas formas que en cada caso adopte dicha violencia. En este sentido, la selección de los casos presentados se ha realizado en concordancia con la terminología habitualmente utilizada en la literatura científica y las diversas definiciones empleadas por los estudios a nivel internacional que señalan que el maltrato animal en el contexto de la violencia de pareja puede constituir, en sí mismo, una forma/tipo frecuente y efectiva/o de violencia vicaria, en concreto, una forma de violencia de género con un impacto muy nocivo sobre las mujeres expuestas a ella.
Un gran número de estudios realizados con víctimas de violencia de género en diversos países han documentado que un porcentaje muy significativo de estas mujeres manifiestan que sus agresores han maltratado a sus animales de compañía y/o han amenazado con maltratarlos o deshacerse de ellos (ej. Clearly et al., 2021; Ascione et al., 2007, Volant et al., 2008). Estudios que han encuestado directamente a los agresores asimismo corroboran estas conclusiones (ej. Febres et al., 2014).
Las parejas agresoras que maltratan a mujeres a menudo también maltratan, o incluso matan, a los animales de compañía de sus víctimas como una forma de violencia psicológica y emocional dirigida hacia ellas (Barret et al., 2020, Varona et al., 2025).
Según los resultados de investigaciones, el uso del maltrato animal, así como las amenazas de cometerlo, se emplean como instrumento y táctica de coerción, control y castigo en situaciones de violencia de género en el ámbito de la pareja (p. ej. Cleary et al. 2021; Newberry, 2017 Faver & Strand, 2007). Muchos agresores maltratan a los animales para coaccionar, intimidar, hacer sufrir, silenciar y/o manipular a mujeres y niñas (p. ej., Allen et al., 2006, Collins et al., 2018; Hardesty et al., 2013; Oleson & Henry, 2009), lo que es posible debido al afecto y el apego emocional que las víctimas tienen con sus animales (Alleyne & Parfitt, 2017).
La gran mayoría de víctimas de violencia de género reportan fuertes vínculos afectivos con los animales de su entorno familiar (ej. Varona et al., 2025). Los animales de compañía suelen representar una fuente muy importante de apoyo emocional y social para las mujeres en situación de violencia de género.
Los estudios evidencian que los malos tratos a animales por parte de la pareja tienen un alarmante impacto sobre las decisiones de las mujeres víctimas, afectando a sus conductas, aumentando su sometimiento, intensificando su vulnerabilidad y su capacidad de protegerse y alejarse de los agresores, así como el control de los agresores sobre las mujeres.
Las investigaciones indican que la gran mayoría de mujeres expuestas a esta forma de violencia vicaria indicaron sufrir miedo y considerable dolor emocional. El presenciar que un agresor hiera o mate a un animal querido puede ser emocionalmente devastador. Se ha documentado ampliamente, además, que algunas mujeres ponen en riesgo su integridad física e incluso permiten su propia victimización para impedir que el agresor lastime a sus animales.
En este sentido, las investigaciones también señalan que la preocupación por la integridad de sus animales de compañía puede actuar como un freno importante para que estas mujeres abandonen la relación y tomen medidas para ponerse a salvo ellas y a sus hijos (p. ej., Faver & Strand, 2003; Wuerch et al., 2017; 2018), retornando incluso en ocasiones a la relación para proteger a sus animales (Carlisle-Frank et al., 2004; Volant et al., 2008).
Es importante destacar que la instrumentalización del maltrato animal como una herramienta de violencia vicaria puede indicar una escalada de violencia y una destacada peligrosidad del agresor. Las parejas agresoras que también maltratan a los animales parecen ser más peligrosos que aquellos agresores que no emplean esta táctica para controlar y hacer sufrir a la mujer.
Aquellas mujeres cuyas parejas agresoras han maltratado a sus animales de compañía corren un riesgo significativamente mayor de sufrir más formas de violencia y agresiones más graves y frecuentes por parte las mismas (p. ej., Simmons & Lehmann, 2007; Barrett et al., 2020, Ascione 2007).