Enero, 2018.
Imagen ilustrativa
Un ejemplo más del uso de animales de compañía para controlar a víctimas de violencia de pareja.
Ocurrió en Málaga, España. Un hombre agredió violentamente a su pareja y luego se llevo al perro como rehén, amenazando con matarlo, si ella le denunciaba.
La mujer, que acudió a dependencias policiales con claros signos de violencia, declaró que ya se habían producido episodios de maltrato anteriormente, aunque nunca había denunciado. Esta vez, sin embargo, se decidió a hacerlo "ante el temor de que hiciese daño a su mascota".
El animal no sufrió ningún daño y el hombre fue detenido como presunto autor de un delito de violencia machista con agravantes de agresión, amenazas y robo, ya que se había llevado también las llaves, el dinero y el móvil de la víctima.
Afortunadamente, la mujer no sufrió heridas de gravedad.
Muchas mujeres maltratadas tienen lazos afectivos con sus animales y atribuyen gran valor a sus relaciones con ellos, lo que las deja en una situación de especial vulnerabilidad ante los agresores, que utilizan esta forma de maltrato emocional y psicológico.
El maltrato a animales y la amenaza de hacer daño a una mascota forman parte de los mecanismos de poder y control prevalentes en el maltrato de parejas y suelen coexistir con la violencia doméstica como forma frecuente de violencia ejercida por los maltratadores contra las mujeres y sus hijos.
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