En octubre de 2022, Alina Narciso fue condenada a 45 años de prisión por haberse defendido del ataque de su novio, quien la despertó la noche del 12 de diciembre de 2019 apuntándola con una pistola en la cabeza y la golpeó repetidamente antes de que ella, incapaz de escapar, consiguiera arrebatarle el arma y dispararle en defensa propia.
Aunque Narciso expuso todo esto al tribunal, además de su larga historia de abuso perpetrado por su novio Luis Rodrigo Juarez, que incluía numerosos intentos de huir de la relación, casos de abuso sexual y amenazas de muerte, el juez que llevaba el caso consideró que la reacción de Narciso fue excesiva. Narciso ya hacía 3 años que se encontraba en prisión preventiva cuando finalmente fue condenada a 45 años de prisión por homicidio con agravantes.
Esta condena suscitó un debate político y social en México, un país donde el 70% de todas las mujeres sufren violencia de género en algún momento de su vida (INEGI, 2021), y en el que a la vez existen arraigados estereotipos sobre la violencia de pareja así como un sesgo tendiente a responsabilizar a las víctimas por no dejar una relación abusiva, asumiendo que pueden simplemente escapar. Estas son creencias que actores políticos, activistas y demás miembros de la sociedad mexicana intentaron derrumbar a raíz del caso de Narciso, unificados por la campaña que lideró Socorro Tehuaxtle, madre de Alina.
En apelación, que la parte recurrente presentó en octubre de 2022, se reclamó al tribunal que no se hubiera tenido en cuenta la historia de abuso sufrido por Narciso de la mano de su pareja Luis Juarez, ya que la defensa sostuvo que el caso requería ser analizado bajo la lente de la violencia de género. Con el apoyo cada vez mayor de organizaciones defensoras de los derechos de la mujer, de expertas que se prestaron voluntariamente a ayudar en el caso, y hasta de miembros de la esfera política, finalmente en mayo de 2023 la corte de apelación revirtió el fallo y declaró a Alina Narciso inocente, por haber actuado en legítima defensa.
Y tras el primer éxito ha venido el segundo. Ahora, hace pocas semanas, se ha aprobado una nueva ley, la "Ley Alina", que reforma el código penal del estado de Baja California y que requiere que los jueces y fiscales tomen en cuenta el factor de la violencia de pareja íntima al tratar casos de defensa propia. Aunque queda mucho camino por recorrer, desde CoPPA creemos que hay motivos para celebrar esta reforma que se espera traiga justicia a mujeres que han sido o podrían ser condenadas por actuar en legítima defensa.
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