
Según el recuento que realiza cada año Feminicidio.net, a lo largo de 2025 se han registrado, solo hasta el 21 de diciembre, 96 feminicidios y otros asesinatos de mujeres por razones de género, que no siempre quedan reflejados en las estadísticas oficiales. La metodología ampliada que utiliza esta entidad permite dimensionar con mayor precisión el alcance real de la violencia machista en España.
Desde el inicio de los registros oficiales en 2003, más de 1.300 mujeres han sido asesinadas por violencia de género en España. Los datos de 2025 se suman a esta cifra y confirman que, pese a los avances legislativos y a la existencia de recursos específicos, la violencia contra las mujeres sigue siendo una realidad estructural.
Los resultados más recientes de la reciente Macroencuesta de Violencia contra la Mujer confirman esta realidad: el 32,4 % de las mujeres ha sufrido violencia por parte de una pareja o expareja a lo largo de su vida, y más del 57 % ha experimentado algún tipo de violencia machista, ya sea física, sexual, psicológica o de control, dentro o fuera del ámbito de la pareja. Entre ellas, la violencia de control es la más prevalente, afectando al 25,1 % de las mujeres. La violencia emocional se registra en un 20,9 % de los casos.
En este sentido, y como ha alertado CoPPA en numerosas ocasiones, es importante señalar que entre los casos más extremos de violencia de género se incluyen aquellos en los que la mujer víctima de violencia de pareja es agredida y controlada a través de la instrumentalización de la violencia contra sus seres queridos, ya sean familiares, amistades o animales de la familia. Esta forma de violencia, en la que la agresión hacia la mujer se ejerce de manera indirecta, constituye una manifestación especialmente grave de la violencia machista, ya que no solo permite imponer control y causar un intenso sufrimiento, sino que también conlleva un impacto muy negativo en el bienestar psicológico de la víctima, con consecuencias que pueden prolongarse a lo largo de su vida.
El trabajo desarrollado por CoPPA en este ámbito durante el año que finaliza se ha orientado a poner de relieve que la violencia de género no puede abordarse de forma aislada. En este sentido, CoPPA valora muy positivamente la inclusión de la violencia vicaria en la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. En el marco de su tramitación, CoPPA ha realizado aportaciones dirigidas, entre otros aspectos, a incorporar de manera expresa la instrumentalización del maltrato animal en la definición legal de violencia vicaria. Esta incorporación resulta especialmente relevante, máxime cuando la violencia ejercida a través de los animales de familia es una forma particularmente eficaz de control y una de las manifestaciones más frecuentes de violencia vicaria en España.
El balance de 2025 refuerza la urgencia de seguir fortaleciendo las políticas de prevención, mejorar la coordinación entre los sistemas de protección y consolidar un enfoque integral que permita identificar y abordar todas las formas de violencia que se producen en el ámbito familiar.